Algunos usos del color, como que los taxis sean amarillos o los buzones azules, están profundamente arraigadas en nuestra percepción del mundo.

Sin embargo, si la cultura popular y la moda son representaciones exactas de la historia, podemos estar seguros de que los colores y la forma en que son percibidos seguirán cambiando.

El neón tuvo su apogeo en los años 80, apareciendo en todo, desde calcetines hasta marcadores. Al inicio del año 2000, el metálico se convirtió en el color preferido para autos. Y hoy parece que preferimos los colores brillantes y los azules suaves para pintar nuestras habitaciones.

¿Por qué nuestra preferencia por algún color cambia con el tiempo? Resulta que tiene mucho que ver con la forma en que experimentamos la vida cotidiana. Es posible que últimamente sintamos mayor atracción hacia los azules suaves porque esos colores nos brindan una sensación de tranquilidad, ¡un antídoto para nuestro acelerados ritmo de vida!